Los países avalan las pautas de la OCDE sobre el IVA

Se garantiza que en las transacciones transfronterizas se tribute en el país del consumo de los productos y bienes

Los representantes de más de un centenar de Estados y jurisdicciones dieron su apoyo a las directrices de la OCDE sobre el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que buscan garantizar que en las transacciones transfronterizas se paga efectivamente en la jurisdicción donde se consumen los productos, lo que servirá para reducir al mínimo los riesgos de que las normas fiscales no coordinadas distorsionen el comercio internacional.

Estos acuerdos se han logrado en la reunión anual del Foro Global de la OCDE sobre el IVA, que se celebró en Paris los días 5 y 6 de noviembre pasados. Con ello se trata, en primer lugar, de garantizar que el IVA grava el consumo privado y no la actividad empresarial, es decir, que no afecta a la producción y no genera desajustes en el comercio transfronterizo.

El segundo gran objetivo es que en el caso de transacciones de servicios entre empresas, el gravamen sólo se aplique en el país de recepción del servicio. Los nuevos estándares pretenden impedir las consecuencias de aplicar el IVA sin coordinación entre países, lo que puede llevar a una doble imposición o a privar a los Estados de una importante fuente de financiación.

Un desafío clave

El paquete final de medidas aprobado por el Foro Global incluye normas recomendadas para la recaudación del IVA en los servicios transfronterizos, incluyendo las descargas de Internet y a los consumidores privados (B2C). En 2014, se estima que las ventas B2C facturaron algo más de 1,4 billones de dólares, con un aumento de casi el 20 por ciento sobre 2013. Y las previsiones mundiales sobre el sector se sitúan en 2,4 billones de dólares en 2018.

Por ello, frente a estas cifras globales, los representantes de los Estados y jurisdicciones miembros del la OCDE y los Gobiernos del G-20 consideran esta brecha en el IVA como un desafío clave para el comercio mundial, tan importante como para afrontar una reforma integral, coherente y coordinada de las normas fiscales internacionales.

Las directrices aprobadas recomiendan que los vendedores extranjeros registren y remitan el impuesto sobre las ventas de libros electrónicos, aplicaciones, música, vídeos y otros productos digitales en la jurisdicción donde se encuentra el consumidor final.

Las directrices también incluyen un mecanismo recomendado para asegurar la recaudación efectiva del IVA por las autoridades fiscales de los vendedores extranjeros, lo que ayuda a los gobiernos a proteger los ingresos del IVA y de la igualdad de condiciones entre los proveedores nacionales y extranjeros.

La decisión de redactar nuevas directrices de la OCDE en materia de IVA responde a la creciente preocupación de los gobiernos de todo el mundo sobre el siempre creciente volumen de servicios transfronterizos y descargas en línea sobre la que no se paga el IVA, en particular, en los productos comprados por los consumidores privados de los vendedores telemáticos fuera de su jurisdicción de origen.

Esta actuación se considera complementaria del Plan de acción contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (Beps), aprobado el pasado 8 de octubre, que afronta la desaparición de los beneficios de muchas multinacionales, que acaban declarando beneficios en países de baja tributación o no tributando, directamente.

En el seno de la OCDE se seguirá trabajando en áreas que aún no están cubiertas por estas directrices.

 

Fuente: El Economista